domingo, 9 de octubre de 2011

capitulo 6.

Armadura de metal y corazón de miedo. Y de fachada, hielo.

Es sábado por la noche y toca hacerle un hueco a los tacones. A las risas y el alcohol. Somos Bonie, Maica y yo. Es perfecto. No hace demasiado frio y las calles están abarrotadas. Pero eso hoy no importa. Tan sólo importamos nosotras, la música, una botella posiblemente adulterada de vodka, y redbull, mucho redbull.

Empezamos en el coche. La primera copa, cargada. Y caras expresando el primer sabor de la noche. «Esto promete, chicas. -dijo Maya- ¿brindamos?». Aunque por momentos intentaba ocultarlo, hacía meses que no recordaba sentirse tan feliz. Odia pensar en volverse adicta a esto, a los buenos tiempos. Sabe que no suelen durar demasiado y que crean dependencia. Pero basta, esta noche no se piensa. (Y aquí viene otra copa, dulce..). A este ritmo, las confesiones no tardaran en llegar.

-Es que es.. contigo y sin ti. A veces tan cerca y otras, sin motivo alguno, en mundos diferentes. Y no puedo entenderlo, siento que su cuerpo es  nicotina para mis pulmones, por la que respiro y la que me asfixia.
-Ninguna adicción es buena, Bonie.
-Ya da igual, Giob nunca ha sido hombre de una sola mujer. Y mucho menos, solo mío. Además, yo tampoco soy suya –balbuceo intentando convencerse- en realidad él es solo el mejor juego sin normas al que jamás he jugado. En el fondo  mi debilidad ha sido y siempre será Charlie, o Evan, o Jacob. Qué coño, putos tíos de mierda. ¡Yo no tengo debilidades!

La noche es joven y el alcohol está dando sus frutos. –Si Bonie ha hablado, la sospecha del vodka adulterado debe ser cierta- Maya ya ha hecho un par de llamadas para que las cuelen en algunas discotecas de la zona. Es la 1:30 am. La botella marca poco más de la mitad y sacamos la munición de la caja de tabaco, -que por supuesto, no guarda precisamente tabaco-.

«Y esta... por nosotras, y esta.. por la noche, y esta.. porrrr... por nosotras tambienn.» Las palabras empiezan a sonar con dificultad. Los latidos se aceleran y las respiraciones son cada vez más y más superficiales. Son las dos y media. Ha pasado una hora en apenas cinco minutos. Ahora todo se ve mucho más borroso, todo da vueltas. Por las luces y la música, yo diría que estamos ya en algún garito. Bonie dice que pida la de «fuego kuduro» (-fuego, claro), y, antes de que termine de hablar ya estamos asaltando la cabina del DJ. La caja misteriosa del tabaco sin tabaco, se ha perdido en el interior del bolso de Maya, y ahora avanzan a pasos de baile robando cigarrillos. Copas y mas copas, todo es gratis. Música, chicos y visitas al suelo -bendito alcohol-. También a la barra, por supuesto.

Son las seis y media de la mañana. No logro distinguir si la luz viene del sol o de algún foco, ahora andamos flotando en nuestros propios cuerpos. Ya de recogida, en dirección al coche. Bonie conduce. Maica y yo, aun en una nebulosa alcohólica, la seguimos entre risas. Parece que empieza a salir el sol.

-Dios, que dolor de cabeza.

 (....)

Monica Gae.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ballantines & Coca-cola